Como decía tu blog me ha inspirado para encontrarme un poco mejor y este fantástico día otoñal en pleno agosto también.
El fin de semana ordené. Dicen que si limipas tu entorno despejas tu mente. Baje baldas de los armarios, organice ropa, reestructure cosas, guarde cuidadosamente mis cajitas (algún día sabré el porqué de mi obsesión por guardar cajas) y aparté un corazón de madera.
El corazón de madera en si es un colgante que adquirí en una conocida tienda de ropa teenager (algo que jamás dejaré de ser). Había varios, como siempre primero lo rechacé y más tarde volví a por el. Parece una tontería pero con mi maltrecha economía y mis escasos metros cuadrados, a veces en conveniente hacer esta prueba para comprobar si realmente requieres de algo. Pues lo dicho, al final me hice con el. En la foto de más abajo no se aprecia pero su cuerpo es de madera, pintado en naranja con mariposas labradas. Por el reverso (o la cara vista según quien lo mire) , unas siluetas de mariposa conforman una metálica armadura dorada a juego con la cadena.
Ahora os explico porqué lo aparte. En mi primera cita con Mr CC me lo puse. Llevaba una falda vaquera, una camiseta de manga gris (tipo carrefour), unas bailarinas color crema y ese colgante de corazón. Le esperaba con mis gafas de sol de vogue (las más parecidas con las que Jordi Labanda adorna a las chicas de sus dibujos que encontré) y pese a ello me deslumbró. Recuerdo cuando ya en mi casa pensaba no le escribas, no te hagas ilusiones. Recuerdo que estaba en mi sofá, en el mismo sofá donde tanto te gustaba sentarte cuando venías, cuando llegó el mensaje "me ha encantado conocerte, me pareces buena chica, me gustaría volver a verte". Si lo llegó a saber le contestó pues va a ser que no...
Las braguitas son las compañeras de un sujetador que le regalé en el campo el día que combatió con mi equipo.
Te regaló este guiño sin que lo sepas, sin que lo veas, porque por mi salud mental no puedo continuar diciendo que te quiero.
Bss
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