No se porque razón un día deje de disfrutar de la vida.
Hace mas de dos años decidí cambiar de piso. En realidad, fue una de esas tantas cosas que sembré y que mas tarde recogí.
Desde mi piso se escuchan los trenes (algo que nunca me ha importado demasiado), pero también se ve el mar. Y les cuento esto porque nunca me tomo el café de las mañanas con esas preciosas vistas. Y me pregunto ¿en qué momento dejé de vivir la vida? Llevo demasiados años sufriendo por gente a la que no le importo en lugar de quererme y disfrutar con la gente que me importa.
Nunca es tarde si la dicha es buena
😘
jueves, 12 de noviembre de 2015
Buenas vistas
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