martes, 5 de marzo de 2013

sentándome a conversar

Os aseguro que si no me he sentado a escribir unas cosillas no habrá sido por cosas que contar, si no más bien por falta de tiempo o exceso de ocio.
Os aseguro que en estos días me han pasado cosas extraordinarias, he conocido a gente increíble. He hecho bastantes reflexiones y creo que tengo un don para saber quien va a formar parte de mi vida y quien no va a estar en ella jamás ( de hecho creo que todos tenemos un 6ºsentido, solo que la mayoría de veces no le hacemos caso). Esa fue la sensación que tuve cuando conocí a mi jefe es Sr. MP. Esa misma noche soné que trabajaba allí, dentro de aquel sueño cíclico que tanto me atormentaba.  Y supongo que como ya predije, sólo era una señal de que mi cuerpo echaba de menos trabajar, porque hasta almenos hoy no ha vuelto a repetirse. Un mes después empezaba a trabajar con él.
Y lo dicho que entré a trabajar allí y desde ese día un millón de experiencias que no puedo ni describir con palabras, pero poca gente me ha hecho sentir tan valorada. Cerrando los ojos e intentando escuchar algo más, deduje que quizá esta experiencia estaba siendo tan intensa porque iba a ser breve. Y así parece ser, ya que hace ya unos días recibí la noticia de que la competencia de mi antigua empresa ha decidido que forme parte de su plantilla. Os prometo que el día que recibí está noticia lloré. Supongo que estáis imaginado que hoy en día encontrar trabajo es como si te tocara la lotería. Pero no es exactamente por eso, sino porque es como si hubiese vuelto al punto de partida. Hace ya semanas que conduzco la V2.0 de mi antiguo coche, voy a volver a hacer lo mismo que hacía en mi antigua empresa, a la misma distancia de mi casa, pero con el extra de ir por una carretera sin caravana y con la exigencia por parte de mi nueva empresa de que en un tiempo breve tengo que estar llevando proyectos. Los que me conocéis sabéis de mi ilusión por dirigir un proyecto, creo que es lo que me corresponde para la edad y rodaje que tengo, pero en mi exempresa veía como esa posibilidad no existía. Pues por todo eso lloraba. Por decir la vida me ha devuelto lo que tenía y ahora me toca seguir.
Es pronto aún para decir que todo va a ir bien, pero se que si esta oportunidad no prospera otras nuevas aparecerán.
Si os cuento como llegué a conseguir esté trabajo no os lo creeríais. Pero por no dejaros con la intriga, solamente diré que aquellas bravas que me aposté con mi amigo, convencida de que algo iba a pasar, fue entonces cuando todo este tema se empezó a mover.
Empiezo a creer en un concepto que se llama sincronicidad y que el ser humano tiene una intuición alucinante, sólo que la mayoría del tiempo no recuerda que la tiene.
Un besote!!