Mañana empiezo otra vez la búsqueda de mi nueva vida. Tras tomarme una semana de vacaciones (toda esa saturación mental que tenía, no era más que el no haber logrado desconectar), por fin tengo la sensación de haber cargado la pilas.
Mis planes por ahora tranquilos, revisiones de finiquitos, empapelar ingenierías con mi currículum (de momento mis entrevistas no han cuajado), preparar un tutorial para iniciación al diseño en 3D (sí me he dado cuenta de que la es mi profesión es también mi hobby y si la gente puede hacer un taller de galletas y cupcakes yo también puedo hacer uno de lo mío y por ahora no me puedo quejar del éxito que ha tenido), ir al dentista, limpiar mi casa (dicen que limpiar tu entorno es una forma de hacer un reset) e intentar planificarme una rutina, ya que algo tan sencillo como hacerme la comida o simplemente ir a comprar, se ha convertido en algo extraño para mi. Si os soy sincera tengo que confesar que si no me preparan la comida, , soy capaz de no comer. Como persona inteligente que soy, se que esto no es bueno, así que me tendré que hacer un diario de dieta sana en la que tendré que incluir paseos como ejercicio, ya que por ahora poco más me está permitido hacer como actividad física.
Y ahora la parte negativa.Sigo con esa sensación de romperle la cara a quien vosotros ya sabéis, ya dije que todavía me quedaba cosas por hacer, pero es que mi cerebro ahora le ha dado por enviarme una nueva señal en forma de sueño que soy incapaz de interpretar. Estoy currando y tengo mil cosas por hacer, pero me han despedido, pero ahí sigo sentada trabajando gratis. No se si esto se debe a que cierto excompañero quiere quedar conmigo y yo no tengo ganas de enfrentarme a semejante reencuentro o que nunca envié el mensaje de despedida a mis compañeros y por eso me he convertido en ese fantasma que pese haber abandonado este mundo, deja su alma en este, porque todavía le queda algún asunto sin resolver.
Y en lo sentimental ya sabéis intento no cerrar las puertas a nadie, pero hace tiempo que un chico me robó el corazón y se le ha olvidado devolvermelo.Ya sabéis las mil diferencias y complicaciones que hay entre nosotros, pero por ahora y hasta que se demuestre lo contrario, él se ha convertido en mi dulcinea del Toboso (aunque se parezca más a un gladiador) y es que cuando recuerdo ciertos instantes que hemos compartido, es como si fuese siempre finales de verano (me encanta el fin del verano, algún día ya explicare el porqué). En el próximo post os explico nuestra historia a ver que os parece. Mientras empiezo a trazar plan de ataque para próxima quedada que espero que sea este miércoles. Os mantendré informados.
Creo que iré cantando esto ;) bss
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