miércoles, 12 de diciembre de 2012

Punto final

Y hay un día que te despiertas y te das cuenta de que eres afortunado. Después de unos cuantos días echando de menos lo que he perdido, he decidido dejar de lamentar las pérdidas y valorar lo que tengo. El como llegué a esta conclusión, creo que fue tras una tertulia de amigos en las que debatíamos los motivos de porque un amigo común de todos, podía estar pasándolo mal, si aparentemente no tenía ningún problema. Seguimos pensando que no tiene ningún problema, pero me di cuenta de que tampoco lo tengo yo.
Y a partir de aquí he decido olvidar que un día tuve un accidente. Porque no fue grabe y me parece un insulto para muchas personas que si que lo han pasado realmente mal, que yo continúe quejándome. He conseguido darle por completo al botón de deshacer, me he hecho algo parecido a una rutina, me levanto todo lo temprano que puedo (hay días que no duermo bien), busco trabajo o cursos y me doy un paseo. Como con mis padres, y las tarde 3/4 de lo mismo. Compro, recojo mi casa (sin duda algo muy importante para sentirte bien, casa ordenada, mente ordenada), hago la cena, hablo con mis amigos. Y el fin de semana intento exclusivamente dedicárselo al ocio.
Dicho esto como ya comenté, sigo intentando encontrar trabajo, aunque también he dado paso al tema de los cursos, por si acaso...
Y ahora viene lo más importante de todo. Me he perdonado. Es increíble, lo estúpidos que podemos llegar a ser a veces. He sido capaz de perdonar a gente lo imperdonable, pero no de perdonarme a mi misma el perder el control del coche. Y también me he perdonado el tema de no tener trabajo. Es más sigo estando orgullosa de la decisión que tomé y pese a que ahora parezca algo estúpido, he aprendido muchísimo de todo ello. Y sigo pensando que el trabajo perfecto no llegará de inmediato, pero que nunca voy a dejarlo de buscar. 
A partir de ahora vuelvo a tener mis 30años y 2 meses,  y no  4 meses de accidente. Punto y final.
;)

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