lunes, 17 de diciembre de 2012

Fin del mundo

Se dice que los Mayas fijaron en el calendario el 21 de diciembre del 2012 como el fin del mundo. Realmente esta información nos ha llegado un poco distorsionada, ellos no predijeron un final del mundo apocalíptico como el que se describe en la biblia, más bien el final de una era donde sus dioses volvería a nacer.
Tanto un final del mundo entre lluvias de meteoritos y ríos de lava, como un renacer de dioses me parecen dos cosas difíciles de creer. Es posible que la predicción Maya tuviese un sentido metafórico y realmente estabamos hablando del final de una era y el principio de otra.
Si miramos a nuestro alrededor, y os aseguro que me rodea un ambiente de lo más sano, podemos ver a gente conformándose con el peor de los trabajos, haciendo numeros imposibles para llegar a final de mes, teniendo que conformarse con los conociemientos que ya tiene, ya que es imposible seguir estudiando sin tener que dar un riñon para ello. En fin muchísima gente (en la que yo me incluyo), que ha apartado sus sueños intelectuales a un lado, para sobrevivir en este mundo, pero sin perder la esperanza de que llegará un día en que todos sus sueños se harán realidad. 
Somos la primera generación después de mucho tiempo que tenemos menos que nuestros padres. Y a la vista está, mientras nuestros padres marchaban de casa y enviaban algo de dinero a nuestros abuelos. Nuestra generación, es un poco lo contrario. Algunos valientes marchamos de casa, casi siempre en grupo y siempre dependemos en cierta forma de nuestros padres. Yo decidí marcharme y ahora en el paro, son ellos los que me dan de comer cada día. Es triste pero si dependiera de mi maltrecha economía ese gasto, sin duda no podría pagar ni las tarjetas de metro, ni la gasolina para hacer las escasas entrevistas de trabajo que me salen. 
Me aterroriza el futuro, y eso que tiendo a pensar que esta tristeza colectiva es pasajera. Aunque parezca mentira mi sueño en estos momentos, a parte de volver a tener un trabajo, es ser madre, no ahora obviamente, pero si en unos años. No os podéis imaginar lo mal que lo paso cuando piensa que por motivos económicos quizá no lo consiga, o que a mis hijos les aguarde un futuro en el que no puedan ni acceder a una educación. Donde su porvenir dependa más de la familia en la que han nacido, que de su talento. 
Sin duda el mundo ha cambiado, nos encontramos ante una de las generaciones más tristes de la historia, donde unos pocos deciden el futuro de muchos y salvo que esto acabe con algún tipo de revolución por parte del pueblo, tendremos que seguir aguantando que sigan moviendo los hilos de nuestra vida. Dudo mucho que nuestra memoría historica nos haga alzarnos, la última vez que combatimos, no ganamos. No se si este es el fin del mundo que pronosticaron los Mayas.
Dicho esto, no se si por inconsciencia o por otro motivo, mi miedo ante esta situación es escaso. Yo voy a seguir sin perderme ninguna manifestación por no perder aquellos derechos que nuestros abuelos y padren ganaron. Hasta que se me ocurra algo mejor.
bss

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