martes, 22 de abril de 2014

Lunas rojas

Cuidado con lo que le pides a una luna roja porque puede hacerse realidad. Lo que no sabes es lo que te va a quitar a cambio. Llevo tantas plegarias a la luna pero nunca le pedí nada a una luna eclipasada como aquella.
El cuerpo. El cuerpo es sabio hay que escucharlo, eleva su temperatura en momentos de estrés fijiendo estar enfermo. No respira con normalidad cuando prevee algo malo y si le escuchas, te guía hacia otros horizontes.
Creo que ya es el momento de hacerle caso

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